jueves, 20 de septiembre de 2012

La Dirección Espiritual

Tema poco conocido en general y poco practicado en particular, al menos, eso es lo que yo veo. El Director espiritual es una de las tantas cosas que ofrece la Iglesia y que se desaprovechan de manera alarmante. Porque nadie puede caminar sólo, es una imprudencia, es una temeridad, pero sobre todo, es un riesgo innecesario de no alcanzar la salvación. 

Las pocas razones que encuentro para no dirigirse con alguien me parecen poco o nada fundamentadas, más bien son excusas para no reconocer nuestro poco interés o nuestro orgullo de creer que podemos nosotros solos. Lo peor es que no te dejes aconsejar y creas que no lo necesitas, pero es peor porque en realidad tus  motivos carecen de sentido, porque no tienen ni pies ni cabeza.
La Dirección Espiritual

¿Alguna vez has probado a tener uno como para estar tan seguro de que no te va a ayudar? ¿No te has preguntado que la gente que suele tener con frecuencia una dirección espiritual están, poco a poco avanzando en su vida de fe, en su trato con Dios? Entonces, porque no dejas ya de decir "si a ellos le sirve, pues genial" comienza a plantearte que es algo más necesario que el comer, solo que no te das cuenta. Porque tu vida espiritual es más importante que la meramente corporal, por la sencilla razón de que el cuerpo no es nada sin el alma (anima, en la latín).

Desde aquí te invito a que dejes ayudar, a que te dejes guiar, no vas a perder nada, todo lo contrario, cada vez ganaras más. Y que conste "es que no tengo confianza con nadie para que me dirija" indica que igual se tiene un concepto erróneo de lo que es la Dirección Espiritual.

Te dejo un resumen de un artículo del Padre John McCloskey:

La única pregunta verdaderamente con valor es aquella del joven rico del Evangelio ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? Está bien comenzar, como le dijo Jesús, por los Mandamientos, pero también podemos ver los consejos de la Iglesia, luego podemos ver también el estado de nuestra vida actual y así tener presente lo que Dios quiere de nosotros ahora.

"Sin embargo, para encontrar las respuestas a estas cuestiones, cada Católico debería tener un director espiritual. Como el Beato Josemaría Escrivá señalo “No se te ocurriría construir una buena casa para vivir en la tierra sin consultarle a un arquitecto. ¿Cómo quieres levantar sin un Director el alcázar de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?" Esto es verdad para todo el mundo, no sólo para el pobre, el simple o analfabeto sino aún más para el satisfecho con su éxito. Escrivá sigue diciendo "Tú crees que realmente eres alguien: tus estudios - tus trabajos de investigación, tus publicaciones -, tú posición social - tus apellidos -, tus actuaciones políticas - los cargos que ocupas, tu patrimonio, tu edad..., ¡ ya no eres un niño!..."

Precisamente por todo eso necesitas más que otros un Director para tu alma!

Uno buscaría con gran dificultad a través de la historia para encontrar santos canonizados que no hayan recibido dirección espiritual con regularidad. Después de todo, aún nuestra Bienaventurada Madre, la Inmaculada Concepción, encontró su vocación por medio de las palabras del Arcángel Gabriel. Y aún preguntó como sucedería todo esto.

Los católicos ahora en un número de más de un billón “cruzando el umbral de la esperanza” en el Jubileo del año 2000, pero infortunadamente cuantos como Thomas Merton, hablando de si mismo, en “La montaña de siete pisos” dice “relegados a los rangos de la tibieza, estupidez y sin energía, los Cristianos indiferentes viven una vida que es medio animal y quienes apenas hacen un esfuerzo por mantener vivo el aliento de la gracia en sus almas” Merton se responde “debí haber buscado una dirección espiritual completa y constante.” La dirección espiritual es un importante paso para ayudarnos a identificarnos con Cristo para que podamos ayudarnos a construir a través de nuestra oración y sacrificio la “civilización del amor y la verdad” que Juan Pablo II prevee para las próximas décadas. 



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