lunes, 5 de noviembre de 2012

La Señal de Dios en el mundo

Dicen que para hablar de Dios lo que tienes que hacer es contar lo que has vivido, la experiencia que tienes de Él. Que no hacen fatal power points ni haberse leído las últimas encíclicas, y tampoco ser un gran orador. Por eso me dispongo a contar lo que muchas personas, -el término muchas es inabarcable, pero estoy seguro de que han sido miles de personas en toda España- y un servidor hemos vivido; lo dijo el Papa aquel inolvidable 18 de agosto del pasado año en Los Cuatro Vientos: una aventura juntos. Y que aventura:

En la homilía de esta mañana, el Obispo de Alcalá de Henares, amigo de la familia Langdon, nos dijo a los presentes en el funeral por Belén, que se celebró en la mismísima Catedral de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, que había visto el cielo cuando rodearon la cama de este niña -que sin duda es un regalo de Dios al mundo en forma de "angel humano", si se puede llamar así, cuando falleció el día de la Virgen. 

La verdad es que yo he visto el Cielo en la Tierra, ángeles y hombres, coros celestiales y personas enamoradas de Cristo, juntos y reunidos en la Catedral de Alcalá de Henares; paradogiacamente, catedral significa "el que puede sentarse" que no es otro sino nuestro Padre Dios. Pero es que todo esto es el resultado de unos días en los que se podía sentir de verdad el Paraiso en lo Terrenal. 

¿Qué explicación le podemos dar a esto? Fácil, tan sólo citar las palabras de San Pablo, que se encarnan en  esta sencilla y buena familia: "para mi la vida es Cristo y una gananacia el morir". Y es que, lo poco que conozco a la hermana de Belén, me ha ayudado a comprender que son otros Cristos, como también dice San Pablo: "no soy yo el que vive, es Cristo el que vive en mi". Podría decir muchos detalles, pero me quedo con el abrazo que nos hemos dado después del funeral: ella está feliz y sonriente, porque es de Cristo. Gracias por estos días maravillosos. 

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