lunes, 28 de marzo de 2011

La vida es comenzar y recomenzar

Si te caes, te levantas, no hay más. Lo mismo pasa con la vida, siempre habrá buenos y malos momentos, alegrías y tristezas, éxitos y fracasos. Pero lo que no podemos hacer es que eso nos marque. Lo que tenemos que  hacer es confiar, esperar, creer y amar. Confiar, esperar, creer y amar a Dios. Es la única manera de seguir con vida, al menos con una vida en donde no tengamos sed, en donde obtendremos paz y donde tengamos miedo.
Si hacemos esto, podremos fracasar, podremos caer, estar tristes, pasar por malos momentos, pero tendremos la certeza de que Dios no nos abandona, que nos quiere, y que nos protege, que nos cuida y que nos promete su Reino, si le seguimos, si confiamos en Él. Si escuchamos su palabra, las amarguras serán más llevaderas, los fracasos, una experiencia que nos enseña por donde no hay que ir, de las que siempre se puede sacar cosas positivas. Cuando pasemos por malos momentos, podremos decir: yo bebo del agua de la Vida, que sacia la sed. Dios tiene sed de nosotros tanto como nosotros de Él. El problema es que no queremos escuchar su Palabra.
¿Y por qué es tan difícil? Pues porque este mundo nos corrompe, nos aleja de la fuente de la Vida, porque nos incita a lo material, a lo fácil, a no esforzarnos, a no pensar, a vivir la vida, a olvidarnos de lo que de verdad nos hace falta, de lo que nos quita la sed: Dios, nuestro Padre. Él hace nuevas todas las cosas, Él nos asiste cuando no lo esperamos, Él elige a la gente que menos nos esperamos, Él actúa a través de nosotros, si le dejamos, y su obra, nos permite que, siendo débiles y mediocres, siendo o no brillantes, alegres o no, llegamos a los demás. Él nos quiere tal y como somos, y si dejamos que obre en nosotros, hará milagros. Pero hay que estar alertas, seguir luchando y confiar en nuestro Padre-Dios. No podemos dejar de buscarle. Sólo el dará sentido a nuestras vidas.

domingo, 27 de marzo de 2011

Decid a todos que vengan a la fuente de la Vida

Qué necio es sido, no seáis como yo que deje de buscar la Verdad. Me confié, porque fui tocado por el Amor, pensé que ya no tenía que seguir buscando, que mi búsqueda había concluido; craso error. La Verdad hay que buscarla cada día, en nuestro corazón y en el día a día, porque la Verdad es verdad por insignificante que sea (Horton, adaptación de la frase de la peli).
A mí me ayuda mucho buscar en mi interior la Verdad porque  me gusta escribir, a otros quizás les ayude si leen esto, puede que también tengan que mirar en su interior escribiendo, leyendo, hablando, etc. Lo que está claro es que si encontramos la Verdad, es porque hemos escuchados la Palabra de Aquel que la engloba: Dios, nuestro Padre. Ojala escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón. Como a la samaritana: Jesús, que es Dios, pero que está junto a nosotros y nos acompaña, tiene sed de nosotros, como de esta mujer, y nos pide de beber, le pide de beber, de nosotros y de ella, de todos. Pero, al igual que la samaritana, no acabamos de creer que alguien distinto a nosotros, que parece ajeno a nuestras vidas, nos diga que tiene sed. “¿Como me pides agua a mí, que soy samaritana, si tu eres judío?”. Pero Jesús le ofrece el Agua de la Vida, con la cual ya nunca más tendremos sed. Esta samaritana escucha la Palabra de Dios y esta llega a lo más hondo de su alma, y le sacia, ya no tiene sed. Entonces le dice a todo el mundo: Venid todos a la fuente de la Vida.  
http://www.lecturadeldia.com/lecturadehoy.html

lunes, 21 de marzo de 2011

El valor de la espera, lo difícil no es llegar a la Verdad, sino mantenerse en ella.


LA ÚLTIMA CIMA

Lo difícil no es que Dios te llame, ya que Él es el que lo dispone todo. No, lo que de verdad es el quid es mantenerse en la cima, lo que depende más de uno mismo es seguir confiando en Dios, aunque sin su Gracia no podemos nada. Pero esa confianza, ese luchar todos los días por mantenerse junto a la Verdad, es lo que nos une a Él; si no la mantenemos, corremos el riesgo de alejarnos por otro Camino, incluso sin que no nos demos cuenta.
http://es.globedia.com/la-verdadera-libertad
Pero nos puede ser muy útil saber dónde buscar la Verdad. Normalmente, pensamos que la solución a nuestros problemas hay que buscarla de puertas hacia fuera; nada más lejos de la realidad: la Verdad reside en nosotros, porque la Verdad es Dios y nosotros formamos parte de Él. Si buscamos en nuestro interior, encontraremos la solución a nuestros problemas, a nuestras inquietudes, a nuestros fracasos y tristezas. Si buscamos, nos daremos cuenta de que lo que nos hace falta es el Amor.

El problema es que no podemos dejar de buscar la Verdad, debemos de buscarla todos los días en nuestra vida diaria. Dios nos habla en cada momento, en cada situación, en cada persona; si sabemos enfocarlo desde el Amor y no desde el odio, si nos olvidamos de nosotros y nos percatamos de que lo que más nos ayuda es, precisamente, ayudar a otros.  Esto es así porque Dios mismo se encarno para servirnos, no para ser servido; Él, que es nuestro Padre, entrega a su Hijo para salvarnos, de manera que, si nosotros también entregamos nuestra vida a Dios, como hizo Jesús, para que Él le encuentre sentido, para que nos ponga una meta, nos encontraremos. Porque quien trate de salvar su vida la perderá, pero quien la pierda la salvara, dice el Señor. Él entrego la suya por Amor, por lo tanto, la clave de nuestras vidas es Amar.
 Hay una cosa clara, Dios nos hizo libres, pero sólo alcanzaremos la verdadera LIBERTAD, cuando nos hallemos en la Verdad, que no es otra que Dios, nuestro Padre. De nosotros depende emplear el tiempo que se nos a dado en buscarla o en perdernos con el ruido de lo mundano.

Debemos construir nuestra casa sobre la Roca que el Padre nos envió, no sobre arena. Llegaran tormentas y mareas que derribaran la casa de arena, pero la roca resistira firme. Arraigados y edificados en Cristo, Firmes en la Fe.

Una clave para conseguir alcanzar la verdad es no conformarse.



lunes, 14 de marzo de 2011

Seremos testigos, testigos de la fe

Ayer tuve la dicha, la gracia, el honor -no se puede describir con palabras- yo, que no soy digno ni de eso ni de muchisimo menos, que soy un humilde pecador de la Viña del Señor, puede ver Su Amor infinito:
Pertenezco a una pequeña, pero gran parroquia, San Germán. Esta parroquia, esta llena de gente joven, con sed de Dios. Como una chica de mi grupo, que tuve el placer de conocer hace tres meses, y que ayer entró en un convento de monjas de clausura: son la orden Iesu Comunio, el convento La Aguilera. http://www.nosesimeexplico.com/foro/showthread.php/55104-Nace-«Iesu-communio»-las-monjas-de-Lerma-dejan-de-ser-clarisas. Fue increible su recibimiento y su acogida, no hay palabras para describirlo. Solo puedo decir que vayas y lo veas con tus propios ojos.
Cuando llegamos, pude ver en todas unas sonrisa de oreja a oreja, una alegría inmensa, una paz, pero sobre todo, pude ver en ellas el Amor de Dios, pude encontrar a Dios en ellas, en los testimonios que nos contaban, de como habían descubierto su vocación, en lo felices que eran.
Los padres de la chica, fueron recibidos con un amor y un cariño inmenso. Después de la misa, todas las monjas abrazaron a esta chica -eran unas 200- y todas, las jóvenes, las más veteranas, le abrazaban con un amor indescriptible. Gracias Dios mio, por estas monjas, gracias por mostrarme tu Amor infinito.

viernes, 11 de marzo de 2011

NO TENGAÍS MIEDO (Beato -desde el 01/05/2011- Karol Wojtyla)

NO tengáis miedo a conocer La Verdad, que nos dé igual lo que piensen los demás. NO tengáis miedo a abrir vuestro corazón, dejar que las primeras gotas de lluvia os llenen el corazón (Rab Ne Bana Di Jodi). NO tengáis miedo de Dios, no tengáis miedo de tener fe, es lo más bonito que nos puede ocurrir. ¿No os dais cuenta que Él nos ama, que ha salvado de nosotros mismos, de nuestras malas obras? Él está con nosotros siempre, es el amigo fiel que nunca nos abandona. Él nos devuelve amor por odio, por maldad. Él a pagado por todos los crímenes de la Humanidad, ¿Por qué le rechazamos....?
¿No os dais cuenta de que esto también nos pasa en nuestra vida? Que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. ¿Qué teneís que increpar a Cristo?  Si a muerto por todos los hombres para que podamos alcanzar La Verdad, La Salvación. Y no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Hay un refrán, que quizá no sea muy recomendable: come mierda, cien mil millones de moscas no pueden estar equivocadas. Pero este otro si... Cree en Dios, 2.000.000 de jóvenes no pueden estar equivocados. La JMJ es una prueba tangible del Amor de Dios. Y, no por la gente que asistirá -dudo mucho que cualquier cantante consiga tener tanto poder de convocación que el Vicario de Cristo- sino porque Dios nos da Su Amor; ¿Qué nos da un cantante, comparado con el amor de Dios? ¿Acaso un cantante nos da alojamiento? ¿Hay algo más desinteresado? Si no me crees, pásate por allí, seguro que no encuentras odio, sino amor; Dios todo lo puede, solo hay que tener fe en Él y no contentarse con lo que nos cuentan, con lo que nos ofrecen, con ese placer inmediato, con ese afán de querer ser perfectos, de tenerlo todo... Quien pierda su vida, la ganara, y quien busque salvarla.... la perderá, dice el Señor.

El Pueblo de Dios

El pueblo de Dios está destinado a encontrar la verdad, Dios; pero cada miembro lo ha de buscar en su vida, no todos ven a Dios en lo mismo. Unos en el sacerdocio, otros en la vida religiosa, otros en el matrimonio. Otros, como una gran persona que conozco, en ninguna de las anteriores. No obstante, si en tu vida estas más pendiente de los demás, si procuras dedicarles más tiempo que a ti mismo, si das amor, si eres desinteresado, como lo es esta gran persona; entonces estas siguiendo a Dios por El Camino correcto. NO por encontrar la vocación en nada habitual se es peor ni mejor, del mismo modo que, si no somos como describía antes, dará igual que nos casemos, o que entreguemos nuestra vida a Dios.
En el fondo, quieras o no seguir a Cristo, si no eres a sí, lo más probable es que te acabes perdiendo, que cojas otro camino, que te alejara de la Verdad. Dios te ha creado para que te salves, no para otra cosa, solo hay que confiar en Él, dejar que nos guie, coger su mano y seguirle, y aceptar lo que nos ofrezca. ¿No es cierto que, cuando somos niños y nuestros padres nos decían algo que estaba mal, lo decían porque buscaban nuestro bien? Pues Dios, que es nuestro Padre, nos lo dice, pero además lo que Él nos diga no será erróneo. Solo tenemos que cerrar los ojos, pero abrir bien la mente (Brige to Terabithia) para escuchar su palabra.

lunes, 7 de marzo de 2011

Somos viajeros en el camino del amor, en el camino nos volveremos a encontrar.

Esta es una frase de una gran pelicula de Bollywood, Rab Ne Bana Di Jodi. Me parece muy adecuada, ya que en este mundo, lo que verdaderamente hace falta es amor. Si procuramos amar desinteresadamente, si nos damos cuenta de que somos viajeros en el camino del amor y que en el camino nos volveremos a encontrar. Cada uno puede interpretar como quiera la última parte de la frase; yo en particular, lo asocio a que todos, al recorrer el camino del amor, podemos conocer a alguien, llegar a amarle, y apesar de que te separes de esa persona te la vuelves a encontrar, si de verdad la amas.
Amar es servir, y el servicio acrecienta el amor: Benedicto XVI durante la JMJ 2011 en Madrid. Concretamente en Ifema con los voluntarios.

jueves, 3 de marzo de 2011

¿Qué Buscas?

Es la pregunta que nos haría la realidad, si ésta pudiera hablar, al vernos cómo nos movemos día a día dentro de ella. Es una pregunta que se lanza al corazón que nadie jamás podrá censurar definitivamente. Es extraño que se nos lance una pregunta que no puede responder nada de las cosas, rostros y circunstancias que generan. El roce, el mero roce con el mundo provoca inevitablemente, tal vez al final del día, un Domingo por la tarde o metido en el coche en pleno atasco, esta es La Pregunta. Esta Pregunta es el signo más claro del anhelo y el ansia continua del hombre de ir más allá, siempre más allá de lo que ya ha alcanzado. Sin embargo parece que esta búsqueda continua está condenada a toparse con lo finito y temporal: "Esto es lo que hay". En eso consiste la paradoja de la que estamos estructuralmente hechos: no podemos realizarnos, no podemos vivir lo real, lealmente, intensamente, sin continuamente salta una pregunta que no podemos satisfacer, que estructuralmente hechos está fuera de nuestro alcance. Una Pregunta de finito para un hombre contingente, finito. Qué paradoja. En la vida importa la familia, la salud, los amigos, el bienestar y siempre dentro salta ese anhelo y deseo de algo más, del finito. La tristeza que se produce en la relación con las persona que más se quiere, porque la relación no esta cumplida, porque no soy capaz, porque ella no es capaz. La percepción no nace de un fenómeno intelectual, sino que nace de un hambre, de una sed de cosas reales, finitas.
Pero el hombre, ser espiritual, esta llamado al Infinito: no somos de este mundo, estamos de paso. Por tanto es un absurdo que sólo no preocupemos por vivir al máximo, de trazar planes de futuro, de regodearse del pasado. Si esto es sólo un paso que todos damos hacia La Eternidad. Si nos ofrecen eso; ¿Por qué a algunos no les convence, por qué dudan? Dios ha trazado un puente hacia nosotros, atrevete a cruzarlo, nadie lo va ha hacerlo por ti.
Una vez más: SÓLO HACE FALTA CREER.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Quid est Veritas?, Dijo Pilatos. Yo soy el Camino, La Verdad y la Vida, dice el Señor.

                                         SALMO 45: "Callad y sabed que yo soy Dios"
¡Qué bien me viene ese aviso Señor! Al escucharlo de tus labios siento que todo mi bienestar espiritual, mi avance y mi felicidad dependen de eso. Si aprendo a callarme, a quedarme tranquilo, a relajarme, a dejar con fe y confianza que las cosas sigan su curso, estaré en disposición de saber que tú eres Dios y Señor, que el mundo está en tus manos, y yo con él, y que en esa revelación es donde se encuentra la paz y la alegria del alma. Sin embargo he de confesar que eso es lo que pero se hacer: estarme quieto. Siempre estoy moviendome, apresurándome y preocupándome. Siempre haciendo cosas y trazando planes y urgiendo reformas y volviendome loco y volviendo loco a todo el mundo con toda clase de actividades sin cuento. Incluso en mi vida de oración, no ceso de pensar y planear y controlar y examinar y tratar de mejorar siempre lo que hago, con la motivación de conseguir mañana más perfeccionista nato, y quiero tener garantías de que todo lo que yo haga, sea de mi profesión o en la oración, ha de ser, sin falta, lo mejor que yo pueda hacer. Esa misma insistencia destruye el equilibrio de mi mente y me hace imposible encontrarte a ti con paz. Quiero dirigir mi propia vida, por no decir el futuro de la sociedad y los destinos de la humanidad. Quiero ser yo el que lleve los mandos. Y por eso estoy siempre moviéndome, tanto en la avalancha de mis pensamientos como en el torrente de mis actividades. Y esa misma prisa me ciega para no ver presencia y me hace perder la oferta de tu poder y de tu gracia. No te veo, porque estoy demasiado ocupado con verme a mí mismo. Lleno mi vida de actividad febril, y no dejo tiempo para estar contigo. Entonces me siento vacío sin ti, y apiño aún más actividades para cubrir mi vacío. ¡Esfuerzo inútil! Mi desengaño crece, y distancia de ti aumenta. Círculo vicioso que atenua mi vida. Entonces oigo tu voz: "Estate quieto, y veras que yo soy Dios". Me dices que me calme, que frene, que entre en el silencio y la quietud. Quieres que yo afloje mis controles, que tome las cosas con calma, que invite a la tranquilidad. Me pides  que me siente y que te mire. Que vea que mi vida está en tus manos, que tú diriges el curso de la creación, que majestad. Sólo en el silencio puedo adorar.
¿Por qué, Señor, no queremos Creer? ¿Por qué intentamos luchar por nuestra cuenta, si tu nos tiendes la mano? ¿Por qué hacemos caso a lo que nos promete el mundo, las riquezas, la fama...? ¿Por qué fijamos en ello nuestras metas, si todo eso es finito, pero Tu nos ofreces la Eternidad? ¿Por qué nos cuesta tanto seguirte?, si Tu as muerto por nosotros, para salvarnos, que contradictorio que luego vayamos por otro camino, si Tu nos prometes ser felices. ¿No es lo que todos deseamos? Dios mio, que vea  "que no hace falta más que Jesucriiiiiisto".