domingo, 27 de marzo de 2011

Decid a todos que vengan a la fuente de la Vida

Qué necio es sido, no seáis como yo que deje de buscar la Verdad. Me confié, porque fui tocado por el Amor, pensé que ya no tenía que seguir buscando, que mi búsqueda había concluido; craso error. La Verdad hay que buscarla cada día, en nuestro corazón y en el día a día, porque la Verdad es verdad por insignificante que sea (Horton, adaptación de la frase de la peli).
A mí me ayuda mucho buscar en mi interior la Verdad porque  me gusta escribir, a otros quizás les ayude si leen esto, puede que también tengan que mirar en su interior escribiendo, leyendo, hablando, etc. Lo que está claro es que si encontramos la Verdad, es porque hemos escuchados la Palabra de Aquel que la engloba: Dios, nuestro Padre. Ojala escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón. Como a la samaritana: Jesús, que es Dios, pero que está junto a nosotros y nos acompaña, tiene sed de nosotros, como de esta mujer, y nos pide de beber, le pide de beber, de nosotros y de ella, de todos. Pero, al igual que la samaritana, no acabamos de creer que alguien distinto a nosotros, que parece ajeno a nuestras vidas, nos diga que tiene sed. “¿Como me pides agua a mí, que soy samaritana, si tu eres judío?”. Pero Jesús le ofrece el Agua de la Vida, con la cual ya nunca más tendremos sed. Esta samaritana escucha la Palabra de Dios y esta llega a lo más hondo de su alma, y le sacia, ya no tiene sed. Entonces le dice a todo el mundo: Venid todos a la fuente de la Vida.  
http://www.lecturadeldia.com/lecturadehoy.html

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