lunes, 14 de marzo de 2011

Seremos testigos, testigos de la fe

Ayer tuve la dicha, la gracia, el honor -no se puede describir con palabras- yo, que no soy digno ni de eso ni de muchisimo menos, que soy un humilde pecador de la Viña del Señor, puede ver Su Amor infinito:
Pertenezco a una pequeña, pero gran parroquia, San Germán. Esta parroquia, esta llena de gente joven, con sed de Dios. Como una chica de mi grupo, que tuve el placer de conocer hace tres meses, y que ayer entró en un convento de monjas de clausura: son la orden Iesu Comunio, el convento La Aguilera. http://www.nosesimeexplico.com/foro/showthread.php/55104-Nace-«Iesu-communio»-las-monjas-de-Lerma-dejan-de-ser-clarisas. Fue increible su recibimiento y su acogida, no hay palabras para describirlo. Solo puedo decir que vayas y lo veas con tus propios ojos.
Cuando llegamos, pude ver en todas unas sonrisa de oreja a oreja, una alegría inmensa, una paz, pero sobre todo, pude ver en ellas el Amor de Dios, pude encontrar a Dios en ellas, en los testimonios que nos contaban, de como habían descubierto su vocación, en lo felices que eran.
Los padres de la chica, fueron recibidos con un amor y un cariño inmenso. Después de la misa, todas las monjas abrazaron a esta chica -eran unas 200- y todas, las jóvenes, las más veteranas, le abrazaban con un amor indescriptible. Gracias Dios mio, por estas monjas, gracias por mostrarme tu Amor infinito.

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