Cuando pienso en el mundo que se apaga y se muere por falta de conocimiento de Cristo;
Cuando pienso en el caos profundo en que se desbarranca la ciega humanidad por falta de Cristo,
Viendo la juventud marchita y destrozada en la primavera de la vida por falta de Cristo.
Quisiera multiplicarme, dividirme, para escribir, predicar, enseñar a Cristo.
Del Espíritu mismo de mi espíritu brota un único grito:
¡Mi vida por Cristo! No tengáis miedo, abrid el corazón,
abridle a Cristo el corazón de par en par, no tengáis miedo,
no tengáis miedo:
¡Abrid a Cristo vuestro corazón de par en par!
No hay comentarios:
Publicar un comentario