viernes, 24 de febrero de 2012

Ha comenzado la Cuaresma

Ha comenzado la Cuaresma, para prepararnos a vivir con intensidad la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor.
MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA CUARESMA 2012
«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hb 10, 24)
Queridos hermanos y hermanas
La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el
corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio
para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos
nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario
marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de
vivir la alegría pascual.

Este año deseo proponer algunas reflexiones a la luz de un breve texto
bíblico tomado de la Carta a los Hebreos: «Fijémonos los unos en los
otros para estímulo de la caridad y las buenas obras»
 (10,24). Esta frase
forma parte de una perícopa en la que el escritor sagrado exhorta a confiar en
Jesucristo como sumo sacerdote, que nos obtuvo el perdón y el acceso a Dios. El
fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes
teologales: se trata de acercarse al Señor «con corazón sincero y llenos de
fe» (v. 22), de mantenernos firmes «en la esperanza que
profesamos» (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los
hermanos «la caridad y las buenas obras» (v. 24). Asimismo, se afirma que
para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los
encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta
escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25). Me detengo en el versículo 24,
que, en pocas palabras, ofrece una enseñanza preciosa y siempre actual sobre
tres aspectos de la vida cristiana: la atención al otro, la reciprocidad y la
santidad personal.

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