jueves, 16 de febrero de 2012

Los Novísimos

Es bueno saber la actualidad en general, pero más bueno es saber la que tiene que ver con lo que te concierne. Los novísimos, por desgracia, han desaparecido de la actualidad de en las homilías de hoy en día. Pero es un tema central en la vida del cristiano que no puede ni debe eludirse.


Seguro que este término no es demasiado conocido, pero no deja de ser muy relevante. Se refiere, ni más ni menos, que a los tres posibles estados del alma desde que esta se separa del cuerpo: el Cielo (gozo pleno de Dios), el Infierno (ausencia de Dios) y el Purgatorio (lugar donde te redimes para poder ver a Dios).

Lo primero es que hay que ser conscientes de que en uno de estos tres estados acabaremos si o si. Y plantearse cual es el que quieres para tu alma después de la muerte. Pero planteárselo de verdad, porque no sabemos ni el día ni la hora.

Como diría Marti en Back to the Future: si te lo propones, puedes conseguirlo todo. Pero ahí está la cosa, que hay que proponérselo. Cuanto más altas sean tus metas y aspiraciones, más alto llegaras. Parafraseando a San Josemaría Escriva: "¿por qué te conformas con ser como un ave de corral, si puedes volar como las águilas?"

El Cielo:

Estado zenit o culmen del alma, al cual están todas llamadas. Por decirlo así, las almas son creadas para volver a su creador, Dios, que mora en las Alturas. Se consigue llegar aceptando y cumpliendo la Voluntad de Dios en tu vida. Esto no es fácil ni difícil, solo se consigue diciendo "sí" el reste es cosa Suya. Es cierto que a veces es difícil decir que si. Pero tenemos el sacramento de la confesión. 
Pero la pregunta es: ¿tenemos la certeza del cielo? Si, en efecto, porque el alma es inmortal. Y por tanto tiende por definición a no consumirse, por lo que, si el cuerpo perece el alma tiene que ir algún sitio, osea, el Cielo, el Infierno o el Purgatorio. Además, también se llega a la conclusión de que existe el Más Allá respondiendo a la pregunta ¿de donde viene el alma? Y es que el alma no se puede partir, no es material, es espiritual. Por lo que sólo puede ser creada por Dios. ¿Y Dios donde habita? En el cielo.

El Infierno:

Es también un estado del alma. Se puede demostrar que existe el infierno dado que se creo cuando los ángeles le se revelaron contra Dios. Al Infierno va el que niega a Dios y su perdón. Él se goza de perdonar, pero los soberbios que lo niegan se auto-condenan. Se auto-excluyen al no querer arrepentirse.
El infierno es el estado de frustración total: no se puede amar ni ser amado, no se puede buscar la verdad...

El Purgatorio:

Cuando uno peca necesita tiempo para volver a sonreír. Igual pasa cuando no mueres en santidad, que necesitas purgarte para poder sonreír otra vez. Pues quien no es santo no está del todo con Dios y el purgatorio le ayuda a preparase para estar del todo con Él.


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